En ING Direct no puedes domiciliar recibos

Debería existir una ley que prohibiese campañas tan intensas como las de ING Direct y la maldita cuenta naranja… o al menos una ley que prohibiese que emitieran este tipo de anuncios durante las vacaciones… por descanso estival. Por mi parte he decidido no contratar en mi vida una cuenta naranja sólo por el acoso televisivo diario al que nos vienen sometiendo en televisión… ¡conmigo no van a poder!

Y es que con todas mis ganas intento ignorar sus anuncios como si de banners parpadeantes se tratasen, pero pese a mis esfuerzos hoy, van y consiguen que les preste atención. La culpable de todo ha sido la siguiente frase:

Y como en ING no se pueden
domiciliar recibos… tu dinero sólo crece

Y se han quedado tan anchos… y es que debe ser que les preguntaban mucho eso de «Pero, ¿puedo domiciliar la contribución y el agua señorita?» y las pobres teleoperadoras, hartas de responder tantas veces «Queeee nooooo, señooooora….» pues han debido exigir a la Alta Dirección que incluyan esa puntualización en sus numerosos anuncios lava-craneos.

Y claro, el marrón le debió caer a algún pobre hombre… que aun tenía rondando en su cabeza lo que le repetía sin cesar su profesor de Marketing «Convierte las desventajas del producto que quieres vender en ventajas y sus fallos en virtudes«… y él, ni corto ni perezoso, salta con una perla como la mencionada.

Amigo, ¿tú te crees que somos tontos… o qué?, ¿por qué no decir simplemente «En las cuentas de ahorro de ING Direct no se pueden domiciliar recibos»?… y ya está, no pasa nada, al fin y al cabo es una cuenta de ahorro, a nadie creo que le vaya a molestar ¡pues no!, nos la intentan colar. Lector ¿entiendes por dónde voy?… A esta gente hay que demostrarles que no pueden jugar con nuestras frágiles mentes, porque si bajamos la guardia es muy propable que nos ataquen con eslogans de similar calaña, al estilo:

«Y como Ud. no va a tener nunca cobertura en su móvil, ¡casi no va a gastar en llamadas!»

o..

«Como nuestro detergente no limpia apenas, pues no va a tener sentido que Ud. limpie y… ¡la de tiempo que se va ahorrar!»

¡Indígnate conmigo lector! ¡Rompe algo! (preferentemente no tuyo o de poco valor)… al menos indígnate, ponte un poco rojo, enfurecido pero sin bilis… que eso ya está pasado de moda… Que sepan estos de la tele que aun corre sangre por nuestras venas y que… si ellos tienen millones para bombardearnos con sus anuncios, nosotros disponemos de hábiles pulgares para cambiar de canal.


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