Hace unos meses asistí a una jornadas de formación sobre Gestión por Objetivos organizadas por Schering-Plough. La excelente ponencia corrio a cargo de Eduardo de Salas de la consultora Mercuri International y fue muy interesante.
Eduardo de Salas nos contó como anécdota que en una ocasión, hace ya bastantes años, le comentaba a un jefe suyo que le faltaba tiempo, y éste le respondió algo asi como:
Sabes Eduardo, tu problema es que llamas «falta de tiempo» a lo que realmente es «falta de organización» (o algo parecido… planificación, prioritización)
Él nos contaba que se quedó un tanto contrariado ante tal comentario, pero que con el tiempo se ha ido dado cuenta de que aquel jefe suyo tenía toda la razón.
Todo esto me viene ahora a la memoria, varios meses después, porque últimamente quiero hacer un montón de cosas y me falta tiempo por todos los lados… es algo bastante frustrante. A veces te consigues concentrar en algo, pero de repente te asalta uno de esos temas urgentes que tienes que solucionar en el momento, y lo tienes que dejar todo… en fin, supongo que nos pasa a todos, pero es bastante frustrante. Por eso espero que el jefe de Eduardo, en mi caso, también tuviera razón…