Willy Wonka y los Creative Commons


Willy Wonka (Johnny Depp) es el excéntrico genio de los dulces de la última obra de Tim Burton: «Charlie y la Fábrica de Chocolate», una estupenda película basada en la novela de Roald Dahl, que nos transporta a un mundo de imaginación y fantasía.

Como otros muchos genios Willy Wonka se debate en un dilema, por una parte siente enormes deseos de compartir sus descubrimientos pero por otra parte tiene miedo, miedo de que le vuelvan a robar sus recetas y se vea obligado a cerrar de nuevo su fábrica. Hasta el momento el miedo ha podido más, lo cual le ha llevado a no salir de su enorme fábrica y a rodearse de un ejercito de fieles y peculiares trabajadores… Y así hubiera seguido, sin querer saber nada del mundo, si no fuera porque un temor aun más grande irrumpió en su vida: ¿qué pasaría con su imperio cuando él no estuviera? ¿quién seguiría fabricando sus fabulosas golosinas? ¿quién cuidaría de su legión de trabajadores y ardillas adiestradas?

¿Cuántos Willy Wonka hay en el mundo? Yo conozco unos cuantos, algo menos geniales pero por suerte mucho más cuerdos… que no publican sus canciones, dibujos y relatos por miedo a que alguien se los copie, dicen que antes los quieren registrar, pero tal vez la inseguridad del artista les lleva a no hacerlo… Cuántas maravillas quedan guardadas en carpetas polvorientas, apiladas junta al resto de papeles que van amarilleando con el tiempo.

Nuevas oportunidades se abren para los genios y artistas de este siglo pero es necesaria una adaptación. Para empezar, pocos son los que sobrevivirán si no explotan al máximo su creatividad: si sólo te sientes capaz de escribir esos tres cuentos que atesoras con tanto cariño… olvídate de ser escritor; si esa es la única canción genial que vas a escribir en tu vida… lo vas a tener muy duro. No estoy diciendo que lo regales todo con la excusa de que crearás más, pero desde luego te vas a tener que arriesgar a que alguien plagie tu preciosa obra a cambio de tener la oportunidad de que el mundo te conozca.

Puedes publicarla en Internet reservándote todos los derechos («all rights reserved») o animarte con una licencia más flexible como la de Creative Commons («some rights reserved»), en sus diferentes modalidades (reconocimiento de créditos, sin obras derivadas, explotación no comercial, compartir bajo la misma licencia…). La licencia Creative Commons (CC) tiene muchas ventajas, a parte de proteger tu obra permite a otros que la redistribuyan con las limitaciones que tu impongas y por lo tanto que tu creación llegue a más personas… ¿a caso no es ese el primer deseo de todo artista?

Y una vez hecho todo esto, algunos os preguntareis (y no os culpo por ello): Pero… ¿y el dinero? Bueno, el dinero aun no ha llegado, puede que no llegue nunca… pero coincidiréis conmigo en que si una obra tuya llega a triunfar, aun gratuitamente, tu posición bajo cualquier perspectiva es mucho más beneficiosa que cuando nadie sabia que escribías, componías o dibujabas tiras cómicas (a excepción de tu madre, los amiguetes y el gato)… Bueno tampoco te voy a solucionar yo aquí la vida ¡échale un poco de imaginación!

P.D. Si realmente eres un Willy Wonka y lo tuyo es crear fórmulas secretas para hacer chocolate o similares… este post no tiene mucho que ver contigo, te recomiendo que en tal caso aprendas de los maestros.


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