Hace un par de semanas empecé a recibir mensajes de notificación indicándome que ya estaba disponible una nueva versión… y aunque varias veces pulse «Posponer» y «Omitir la instalación» (mi subconsciente es mucho más inteligente que su portador), cada vez que arrancaba el ordenador recibía un nuevo recordatorio… así que finalmente claudiqué.
El proceso de instalación fue rápido y sin problemas, hasta que volví a intentar utilizar MI ordenador:
- La página de inicio era ahora la de Yahoo! tanto en Explorer como en Firefox.
- La Yahoo Toolbar adornaba ahora mi explorador junto con una decena de iconitos de servicios que ni uso, ni pienso usar.
- Y para más INRI, al volver a restablecer como página de inicio la que uso normalmente… salta una ventana de algo llamado Yahoo! Central -otra nueva incorporación no deseada- advirtiéndome de que la página de inicio se había modificado… y que comprobase que no había sido debido a la intervención algún «Programa malicioso…»
El desenlace: he desinstalado Yahoo! Toolbar, Yahoo! Central… y también he desinstalado Yahoo! Widgets. Las cosas así no se hacen. Pero tal vez lo peor es ese feeling que te dejan este tipo de experiencias y el daño que provoca a la marca Yahoo!, a eso que los expertos en marketing bautizaron como «contenido emocional» de la percepción de marca, que tan fácil es deteriorarlo y tan difícil es conseguirlo (o recuperarlo).
Este tipo de tácticas son simplemente cutres, como cutre es que cuando quieras instalarte QuickTime te obliguen a descargarte iTunes:
… o que cuando quieras descargarte Macromedia Flash Player aparezca por defecto marcado «Descargar Yahoo! Toolbar». Si bien en este caso, ahora ya muestran la posibilidades que tiene el usuario lo suficientemente claras como para considerar correctas las formas…
Así que cuando leo en OJO!Buscador (que ganas tengo de asistir al congreso) que «Yahoo! arrasa a Google»… pienso en toda esa pobre gente a la que le han cambiado la página de inicio y que no saben como volver a poner la que tenían.