No obstante hay algo enfermo en el Women´s Power de Death Proof… y es que las chicas de Tarantino no son excepcionales, más bien son lo único medianamente pasable entre la decadencia que las rodea y termina salpicando. Los hombres quedan rebajados a calzonazos mendiga-polvos resultando como poco paradójico que el único `no-baboso´ medianamente decente de la película sea el asesino.
Tarantino convierte a la mujer en hombre y al hombre en perro, y si bien en esta evolución la mujer en relación con el hombre no es la más perjudicada… el resultado tampoco es como para lanzar cohetes.