Por suerte ahora ya es raro encontrar este tipo de horteradas, salvo en los Spaces de MSN que son la cuna de los más «choni» a la par que «entrañable» de la red. No obstante como en todo existen excepciones y el otro día me sorprendió lo agradable que resultaba la web de Comptoir des Cotonniers con las canciones del dúo belga The Tellers sonando de fondo, os recomiendo que le echéis un vistazo antes de que la quiten.
Son varios los factores que consiguen que en este caso la integración sea un éxito:
– La temática de la web: Compotoir des Cotonniers es una firma francesa de ropa especializada en moda para madres e hijas, una fórmula que ha funcionado a nivel internacional. En España han abierto tiendas en Madrid, Barcelona, Valencia… Entre otras propuestas originales todos los años lanzan en varias ciudades castings abiertos al público para encontrar las madres e hijas que pondrán cuerpo y cara a sus nuevas colecciones. Este tipo de marcas no se equivocan a la hora de seguir apostando por el flash en sus webs, pese a todos sus inconvenientes.
– Toda la música es del mismo grupo, eso aporta cierta coherencia, además se pueden escuchar nada menos que cinco canciones enteritas, lo cual da para una navegación de más de un cuarto de hora sin repeticiones.
– Al ser una web en flash la canción no se corta al avanzar por las distintas secciones, resultan muy molestas esas webs en las que cada vez que haces un click la música vuelve a empezar o donde un fragmento demasiado corto se repite en un bucle infinito.
– En la Home Principal no hay música, ésta no empieza a sonar hasta que eliges tu país, otra decisión acertada y elegante.
– El control de la reproducción siempre está en manos del usuario que puede saltar de una canción a otra y por supuesto pausar la reproducción. El nombre del grupo y de la canción se puede leer en todo momento.
– Y por supuesto la elección de un estilo de música que se adapta al contexto, espíritu y contenido emocional de la marca y es que -si la elección es acertada- no hay nada como una buena canción para transmitir lo intangible.
En definitiva, la experiencia funciona y cumple su objetivo: la inmersión del usuario a varios niveles sensoriales. Me pregunto si ahora que músicos y discográficas buscan nuevos modelos de negocio no empezará a ser cada vez más frecuente el que algunas canciones se destinen a formar parte de »bandas sonoras para webs».
Por cierto que para mi The Tellers han sido todo un descubrimiento (a veces entro en la web, minimizo la ventana y sigo trabajando con su música de fondo).
http://www.youtube.com/watch?v=FqwIxchFUrk