Nintendo DS y el iPhone no son tan distintos

Los nuevos dispositivos que entran en nuestro bolsillo compiten por mantenerse más horas al día cerca de nosotros y hagamos más cosas con ellos: trabajar, jugar, escuchar música… y aprender cocina!

Shigeru Miyamoto, también es uno de esos hombres que ha dirigido vidas, ayer mientras me documentaba para este artículo disfrute mucho viendo su charla en la Game Developers Conference 2007 (parte 1 y parte 2): en ella hablaba de ese punto de inflexión donde tuvo que plantearse si los juegos que hasta el momento había creado: Mario, Donkey Kong, The Legend of Zelda… seguirían gustando a una generación en la que los éxitos en ventas los acaparaban títulos como el violento Grand Theft Auto o el futurista Halo.

El hecho es que Nintendo se arriesgó y su apuesta ha sido todo un éxito, salpicado de bochornosas -a la par que gloriosas- rupturas de stock por todos los continentes. 

Nintendo no se resigna a llegar sólo a los jugones y quiere que tu madre y el abuelo entren contigo al salón para dar brincos y zarandear algo parecido a un mando a distancia de color blanco, de hecho uno de sus objetivos es conseguir que aumente el número de miembros en cada familia que se divierten con su hardware y software.

No obstante, de todos los producto que comercializa Nintendo para este artículo el que me interesa es la Nintendo DS, de la que a 31 de marzo de 2007 ya se habían vendido más de 40 millones de unidades y que hoy parece estar rondando los 75 millones. Al lado de estas cifras los 6 millones de iPhone parecen de risa… y aun bajando el precio a la mitad y extendiéndose por decenas de nuevos de países, el camino de Apple es largo y con cuesta en forma de crisis mundial.

Aunque claro está que no son lo mismo: al fin y al cabo Nintendo DS no es más que una consola portátil para jugar… «Entertainment» es la palabra que más repetía Miyamoto en el GDC 2007, porque Nintendo es `sólo´ una empresa líder mundial en la creación de entretenimiento interactivo. Y el iPhone es sólo un teléfono.

El lanzamiento de «¡Cocina conmigo!» me ha abierto los ojos: porque al fin y al cabo Brain Training seguía siendo un juego, algo así como un sudoku en plan sofisticado… pero no creo ni que Nintendo se atreva a llamar a «¡Cocina conmigo!» un juego, de hecho aunque en su web lo siguen almacenando en la carpeta `games´ oficialmente es: el primer libro de cocina interactivo.

Al igual que iPhone prepara el lanzamiento de juegos como anunciaron en el último keynote, Nintendo empieza a hacer sus pinitos en otros campos y poco a poco intenta re-educarnos para que vayamos viendo sus consolas como algo más que un juguete con dos pantallas

Al igual que iPhone se vende como un teléfono pero es mucho más: una tienda de música, un gestor de correo, una potente agenda, un reproductor de música, una cámara fotográfica, un navegador web… Nintendo DS se vende como una consola de entretenimiento para todas las edades, pero resulta que también es algo más: un libro interactivo, un profesor de idiomas, un ejercitador visual… y otras muchas cosas que Nintendo nos irá contando ahora que ha conseguido meter su aparatito en millones de hogares.

Los nuevos dispositivos son tan potentes y vienen cargados de tantas funcionalidades: pantalla táctil, acelerómetros, gps, reconocimiento de voz, wifi, 3G… que si a la hora de sacarlos al mercado no se decidiera simplificarlos para una mejor venta y comprensión por el comprador no se conseguiría el mismo grado de penetración.

Es su contenido y lo que termine corriendo en su interior lo que irá redefiniendo su significado. 

Se me antojan como regalitos que llegan a casa con sorpresa, como los Gremlin… hasta que se te caen en el fregadero o se pegan un atracón nocturno.

Nota mental – aprender japonés, ir a Japón, ser Shigeru Miyamoto.


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