Algo ha cambiado en las series televisión…

Algo ha ocurrido en los últimos años en la series de televisión: sus protagonistas ya no son modelos a seguir más bien todo lo contrario. Qué alivio!

En un agosto parecido a este pero hace ya tres años escribía un post titulado Workoholics: Adictos al trabajo en el que comentaba como los protagonistas de series como CSI o Expediente X eran personajes solitarios, sin vida personal, completamente obsesionados y absorbidos por sus trabajos… sin duda modelos alejados de los protas de las series de nuestra infancia: padres de familia idealizados que siempre disponían de tiempo para disfrutar con su hijos, ir al cine o cenar en familia contando anécdotas.

Esos padres y maridos ideales han desaparecido de la pequeña pantalla, así como las madres con tiempo para confeccionar originales disfraces para sus hijos y acompañarles a sus clases de piano… En su lugar las series han sido invadidas por protagonistas de vidas dislocadas, familias disfuncionales y parejas en vías de separación.

Lo podemos ver en Mujeres Desesperadas, Dexter, House, Los Soprano, A golpe de bisturí, Californication… y bueno, vale que es ficción pero lo cierto es que alguien suficientemente espabilado debió darse cuenta de que secrétamente estábamos hartos de ser abofeteados a diario con series que nos adoctrinaban sobre cómo debíamos aspirar a ser.

La vida ya es bastante dura… porque cuando llegas a casa rondando las 22:00 y te espera un contestador vacío y una carta de Isidoro Álvarez felicitándote por tus treinta y tantos… lo último que desearías es conectar la televisión y que alguien te recuerde lo que nunca llegarás a ser.

Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock… pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados» Tyler Durden en El Club de la lucha

Y el hueco que antes ocupaba Bill Cosby lo llenan ahora personajes como Sean McNamara: un cirujano plástico socio del Dr. Troy, el verdadero padre de su primogénito. Hijo que por cierto recientemente ha tenido un bebé con una antigua amante de su padre que tras el parto se enganchó a la metanfetamina para adelgazar y recuperar la figura para poder retomar su carrera de actriz porno, tras darse cuenta de que en la Iglesia de la Cienciología no se encontraba la respuesta a sus problemas.

No obstante, no nos engañemos, seguimos admirando algunos aspectos de los protagonistas de nuestras series favoritas… y es que todos ellos brillan en algún aspecto determinado, tienen algo que les hace especiales: talento, belleza, dinero o poder… la diferencia es que sus vidas son tan desastrosas que no podemos envidiarles.

Tal vez estas nuevas series nos sigan intentando enseñar lecciones acerca de la vida, aunque en apariencia todo sea como un: ahí llevas eso y si consigues aprender algo útil… mejor para ti.

En cualquier caso, a mi me gustan.


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