La mayoría de las fantasías recogidas en los cuentos son la encarnación más o menos encubierta de un deseo oculto, a veces no reconocido…

El Patito Feo es el cuento preferido de todos aquellos que se sienten de alguna manera `defectuosos o rechazados´ y que sueñan con una renovación en esencia a través de la cual su belleza interior consigue salir al exterior.
Aquellos que adoran cuentos como La Bella y la Bestia, creen en algo parecido pero con una perspectiva algo más romántica (o lo que nos han enseñado que es romántico): la salvación llega esta vez desde el exterior -la Bella- que consigue atravesar la coraza exterior de fealdad y ver el diamante bruto que se esconde en su interior. Es la esencia del rescate, la respuesta a nuestros problemas no se encuentra en nosotros mismos, llegará del exterior.
Los mayores ya no leemos cuentos, pero algunos vemos series… y en esencia es lo mismo, son fantasías para adultos, más ahora que muchas han abandonado la moralización y empiezan a abordar las dificultades existenciales del día a día: la búsqueda del sentido de la vida, la muerte, la enfermedad, el desamor, el fracaso…
En este panorama… ¿qué fantasía encarna Dexter? ¿Qué deseo oculto se puede encontrar en las historias de un psicópata asesino de criminales? Creo una de las cosas que nos gusta de este personaje es que controla la situación: él es el que tiene la sartén por el mango, aunque como buen (anti)héroe se esconde bajo una carcasa de vulnerabilidad, como en los cómics (o acaso no nos recuerda esto a algo?).
Es la fantasía de control, existen muchos comportamientos asociados con este deseo, algunos de los cuales terminan degenerando en patologías. Y es que pese a que comemos todos los días, vivimos bajo un techo seguro, con portero automático y sin peligros en el horizonte… sentimos la ansiedad propia del futuro incierto, de lo impredecible, de lo que nos acecha sin darnos nosotros cuenta.
La búsqueda de la perfección, mantener un orden obsesivo o pequeñas manías como revisar todos y cada uno de los grifos de la casa antes de salir, esconden el deseo de mantener un cierto karma cósmico en todo aquello que nos rodea que nos proteja a nosotros y nuestros seres queridos: siempre y cuando los patrones se ejecuten estrictamente todos estaremos a salvo.
Todo ese absoluto control unido a una ausencia de esos molestos sentimientos, que tantos quebraderos de cabeza nos traen al resto de los mortales, convierten a Dexter en un personajes fascinante… envuelto en el halo omnipotente del que decide sobre la vida y la muerte de todo aquel que le rodea. Por esas y algunas otras razones, nos gusta Dexter, aunque a veces nos sintamos culpables por ello.