Buen fealing, buen rollo, buenas vibraciones, química… hay decenas de palabras que intentan transmitir esas sensaciones positivas que nos provocan algunas personas, a veces nada más conocerlas.
¿Por qué será que hay gente que inmediatamente nos cae mal y otra que sin hacer nada nos cae bien? Sería una buena pregunta para ser contestada científicamente por los invitados de Eduardo Punset en Redes una noche (otra más) de insomnio.
Aunque probablemente ya lo hizo en «La intuición no es irracional» cuando nos contaba que el subconsciente procesa mucha más información de la que somos conscientes y por tanto termina tomando decisiones motivadas pero fuera de nuestro racional entendimiento.
Me siento muy afortunado por vivir cerca del trabajo «a un tiro de piedra (de uno de Bilbao)» y por trabajar la mayor parte del día con y para gente que respeto, aprecio y que me cae bien.
Cierro con otra pregunta no menos interesante que me produce una curiosidad casi morbosa y que aprovecho para haceros: ¿caemos también nosotros mal a la gente que nos cae mal? Yo diría que sí…