Ayer fue un día interesante…

Por la mañana escapada fugaz a las oficinas de 11870 para charlar con Nacho Puell y por la noche me acoplo por cortesía de Sandra en la fiesta Menéame «one more time»…

Hicimos una escapada rápida hacia las oficinas de 11870 en Virgen de los Peligros en pleno centro de Madrid, donde ya son más de veinticinco personas trabajando `a toda máquina´ y van haciendo sitio para nuevas incorporaciones.

El taxi me deja a unos 50 metro de la puerta, distancia suficiente para llegar calado hasta los huesos, en Madrid llueve a cántaros. Saludo a Jorge Tercero, uno de los cracks de la informática que trabajan en el proyecto -se me escapa David Calavera, que anda fuera de la oficina y a quien ya conoceré en la Conferencia Rails 2008- y entro con Nacho Puell a la original sala de reuniones decorada con marcianitos. En un ordenador con Ubuntu me cuenta las novedades de la página y el modelo de negocio sobre el que ya están trabajando y facturando. Me encanta… tardaré varios días en asimilar toda la información recibida.

Como siempre aprovecho para pedirle su opinión sobre el lugar que ocupan páginas como DolceCity y TopMadrid en toda está Internet Local que está fermentando ahora con webs como Salir.com, LaNetro, Qype y evidentemente 11870, proyecto por el que siento una especial debilidad.

A pesar de que las ideas tienen que estar suficientemente claras como para transmitirlas a un equipo, me encanta que la gente auténtica (la que no se calza una máscara y nos cae instintivamente bien) no tema reconocer que todas estas decisiones que se toman ahora no dejan de ser apuestas de futuro, Nacho repite muchas veces «no sé, puede que me equivoque pero pienso esto» y eso me gusta.

Aquí nadie tiene una bola para ver el futuro o nos dedicaríamos a comprar acciones en bolsa… el emprendedor al final tiene que apostar por algo y creer en ello, porque eso forma parte del liderazgo, pero aquí nadie ha recibido una guía con los pasos que se han de seguir hacia el `éxito´ (en el más amplio sentido de la palabra)… me recuerda a la mítica serie de nuestra infancia «El gran héroe americano» donde Ralph recibía un traje fabuloso cargado de super-poderes pero sin libro de instrucciones.

Por la noche fiesta Menéame en casa de Sanchesky que para nosotros siempre será Sandra de Topmadrid, llevo pastelitos de Mallorca… muchas caras conocidas de la última vez, gente maja de verdad, de distintas partes de España que nunca se hubieran conocido si no fuera por Internet y por herramientas tan fascinantes como la que nos ocupa, insisto en que la mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que es Menéame, se quedan en la superficie: el músculo social y el juego que subyace bajo esos millones de páginas vistas y efectos varios, es lo realmente único e intransferible de esta web.

He de reconocer que la cena no fue tan didáctica como la anterior… se pasó directamente al ocio puro (los de jorso y pepo) y duro; supongo que de alguna manera algunos asistentes se sentían algo intimidados a la hora de exponer sus teorías sobre una herramienta con sus creadores presentes sentados a la mesa. Estos mismos confiesan que muchas de las claves del proyecto se idearon sin ningún tipo de proyección en plan «vamos a hacer esto que puede ser divertido». Volvemos al concepto de humildad (Jesús Encinar es otro buen ejemplo de ello), aparquemos a los gurús y demos paso a la gente que no tiene reparos en reconocer que el azar y la suerte a veces juegan una importante baza…

No obstante los proyectos que terminan saliendo adelante suelen venir acompañados de ciertas constantes: trabajo, persistencia, mucha ilusión, atrevida locura y el no tener miedo a cambiar de estrategia si las circunstancias lo requieren.

Terminamos confirmando el parecido razonable entre Ricardo Galli aka Perl y el actor-cantautor Andreu Rifé (a quien hemos visto recientemente interpretando a Andrés en No me pidas que te bese porque te besaré)

Lo dicho: un día interesante.


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