Ayer estuve viendo por Internet un documental titulado `Life after People´ donde en algo más de una hora se relata lo que ocurriría en el mundo si de repente desapareciéramos todos los seres humanos.
Resulta curioso saber que sin mantenimiento la mayoría de nuestras edificaciones en diez años estarían tan deterioradas que serían prácticamente irrecuperables. Y es que la naturaleza está deseando retomar todo el terreno que le hemos ido arrebatando a base de esfuerzo, acero y asfalto…. Uno de los ejemplos más claros de esta reconquista la tenemos en Chernóbyl, donde incluso a pesar de la radioactividad la naturaleza -liberada de la presencia humana- en poco más de 20 años ha vuelto a tomar las riendas.
Pienso que a personas como yo que nunca hemos participado en la batalla de intentar dominar los ríos, las temperaturas extremas, las sequías, las hambrunas… nos falta perspectiva: nacimos en entornos cálidos, con agua potable, fría y caliente, con desagües, alcantarillado y con reservas de comida perfectamente refrigeradas. Hemos vivido en una abundancia que nos ha hecho aun más cortos de miras, así entre otros lujos nos hemos permitido contemplar «lo verde» con cierta ñoñería, más que como a algo a lo que -si bien hay que proteger- también hay que mantener a raya; ya que si no pintáramos los puentes, si no arrancáramos las malas hiervas, si no barriéramos las calles y barnizáramos las maderas… en definitiva, sin mantenimiento, en apenas unos años seríamos engullidos.
Por otra parte, cubiertas nuestras necesidades primarias nuestros problemas se han trasladado hacia unos `niveles de abstracción´ a los que generaciones pasadas nunca tuvieron que enfrentarse. Y ahí la paradoja de estar devorados más que nunca por la ansiedad y el miedo a un futuro incierto pese a estar rodeados de abundancia.
Curiosamente en desarrollo de software una de las partidas menos valoradas es el mantenimiento de las aplicaciones. Y es que es más fácil defender el coste de programación de una nueva herramienta, que los costes implícitos de su mantenimiento… y asi es como todos los recursos terminan desviándose hacía nuevos proyectos, quedando atrás aplicaciones en uso en `el limbo de la informática´ o lo que es igual: «mírame y no me toques, que los que programaron esto ya no están y yo no sabría ni por donde meterle mano».
Documental | Life After People