Mi hermana que se había ido por la mañana a Barcelona me pidió ayer por la tarde que me pasara por su casa porque la habían avisado de Prosegur, uno de tantos "falsos positivos" pensé.
Llegamos al punto jodidillo «he llegado muy pronto, la oficina está aquí al lado… ¿seguirán dentro?» y así es como ha tenido lugar el momento -busqueda de cuchillo en cocina de hermana- al tiempo que ruidos imaginarios me avisaban de un ataque inminente… ha sido muy de película porque sólo encontraba los cuchillos de plástico de mi sobrino, luego he progresado hacia los cuchillos normales, los de comer… pero claro eso no era suficiente, al final he encontrado el cuchillero: el primero que he sacado, el de cortar el pan… no, no, este no vale; después el jamonero… no, ese es muy fino y por descarte al final he conseguido dos hermosos e intimidantes cuchillos. Con mi dos cuchillos, uno en cada mano ha llegado el momento, vamos a examinar el resto de la casa… pero ya se habían ido.
Cuando ha llegado la policía básicamente me han dicho muy educadamente: que si estaba tonto, que por qué había entrado solo, que esa gente no tenía nada que perder… Yo la verdad es que he entrado porque no se me ha ocurrido una idea mejor, vamos que he entrado porque pensaba que eso es lo que se hace… no sabía que había alternativas.
Pero bueno, el caso es que a mi hermana le han robado dos Mac Book Air (vaya perra con lo mac), con todas las fotos familiares y muchas joyas de la familia, anillo de pedida, anillo de compromiso… La policía cientifica encontró un guante del ladrón cerca de la puerta de la urbanización, algo rajado de haber trepado por los tubos del gas hasta el segundo piso y manchado de polvo de ladrillo (transferencia… que uno ve las series de la tele), nos comentan que sacarán de ahí el ADN a partir del sudor y lo cotejarán con su archivo: «ahora ya prácticamente no se usan las huellas», nos explican.
Como esto no es CSI Las Vegas damos por descontado que nunca recuperaremos lo robado, a ver si de esta a mi hermana se le quita la idea de irse a vivir a un chalet como tenía planeado… por suerte el perrito estaba en casa de mis padres.
Por la mañana habían robado en el edificio de al lado: «Con esto de la crisis estamos hasta arriba», comentó a mi madre uno de los policías.