Historia de un Viejo Informático

…os garantizo que en la actualidad es imposible poner en marcha ninguna nueva aplicación, por sencilla que parezca, en menos de seis meses… y los que tengáis experiencia, decidme si tengo razón o no

Me encantó este artículo que encontré a través de Menéame sobre El Método de trabajo en el Proceso de Datos en los 70′, leyendo cosas así uno entiende el presente: sobre todo las dificultades que han tenido las grandes empresas para informatizar sus procesos de producción y como en definitiva eso se convierte en pieza clave de su liderazgo.

Cuando en la tele hablan sobre la falta de sistemas informáticos en la Justicia, la verdad es que aunque no deja de ser vergonzoso, uno se da cuenta de la pasta gansa que hay que invertir en producir un software específico que satisfaga todas las necesidades informáticas de la Justicia de nuestro páis, algo así lleva más de los 4 años de una legislatura y no es un proyecto nada lucido: cuando lo pongan en marcha nadie irá a cortar una cinta roja con una tijeras y aun haciéndose lo mejor posible caerán collejas a diestro y siniestro.

También se entiende que para salir del paso cada comunidad autónoma haya ido poniendo parches en el asunto… no tengo ni idea de lo que nos podríamos encontrar si tiraramos de la manta, probablemente alguna que otra barbaridad, pero detrás de ellas no hay malas intenciones ni una flagrante necesidad de consumar la chapuza nacional: sólo personas desbordadas intentando solucionar sus problemas del día a día y peleándose por conseguir sacar su trabajo adelante (en lugar de esperar a que les llegue una ayuda de las altas esferas que nunca termina de precipitarse).

En fin, la informática no es sencilla, necesitas buenos analistas y buenos programadores, y también necesitas un ambiente de estabilidad que permita a todo el mundo hacer bien su trabajo… pero con la pizca de marcha necesaria para que todos se ponga las pilas y no se duerman en los laureles.

Al final la informática automatiza procesos, reduce costes y un montón de cosas más… todo muy mecánico, muy aséptico, pero hasta llegar a ese punto -tanto en los 70 y como en nuestros días- ha hecho falta «masa humana en estado puro» y gestionar personas es difícil, por no decir que es un arte.


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