Cerramos esta tercera edición de El Reto Blogger con un post sobre el futuro del propio reto y es que éste después de años intensos se nos está quedando un poco caduco
Hasta la fecha la mayoría simplemente teníamos claro que no queríamos participar en una nueva edición.
Animado por el post del Morito en los comentarios de ese artículo expuse las pinceladas de cómo yo mismo soñaba el Nuevo Reto Blogger, donde El Reto común ya no es mantener actualizados nuestros blogs -algo que salvo al Sr. Molleda a nadie nos importa ya- sino algo diferente, un reto personal. Sin duda el Sr. Wilson pillo la idea al vuelo y en su post de ayer Mejorando el Reto Blogger ha conseguido concretar lo difuso.
Rumiando el otro día con Pablo y el árbitro los primero brotes de lo que puede que se convierta en la cuarta edición de El Reto volvieron a fluir las ideas y a Pablo se le ocurrió una brillante vuelta de tuerca: La Apuesta Personal, que plasmaba en su post de hoy.
Puede que sea la pizca de sabor que le falta a este guiso que entre todos estamos cocinando.
Ahora a todos nos queda hacer un duro ejercicio de reflexión, una viaje hacia nuestro interior para descubrir cual es honestamente El Reto personal que nos motivaría a participar en una nueva edición.
Pero no es ni mucho menos el único cadaver que he dejado abandonado en el camino… otros son aun más profundos y me queman en el interior, donde dos voces luchan entre si y una me grita `Tú puedes´ y otra replica `No seas ridículo, no puedes y nunca has podido´
Si algo asi ruge en tus entrañas, entonces puede que la cuarta edición de El Reto sea lo que estabas esperando. Entre todos hemos creado un club privado en el que todo el mundo recibe palos y donde ningún pecado queda sin castigo, hemos construido nuestro propio Club de la Lucha donde todo lo peor que el mundo nos puede soltar a la cara lo materializamos en cada uno de nuestros correos electrónicos, donde nadie está a salvo de nadie… y donde después de recibir un somanta de puñetazos en plena cara, compruebas que todos tus dientes tambalean pero permanecen en su sitio, escupes la sangre de tus castigadas encias y sales a la calle con una ensagrentada sonrisa presumiendo de un brillo especial en los ojos que grita al mundo `Estoy vivo y aun me quedan dientes para morder la manzana de mi destino´