Un nuevo tipo de padres… por fin

Se habla mucho de la liberación de la mujer, pero sin duda a los hombres de hoy también nos han quitado un peso de encima…

Hoy iba de camino a la guardería a recoger a mi hija, empujando el carrito vacío, con su mantita rosa y con un plátano preparado en la cesta para su merienda… cuando en la otra acera me ha llamado la atención otro padre, que caminaba empujando otro carrito con una mano y con la otra sujetando a su bebe de unos seis meses, al que hacía carantoñas y mimos mientras que este le devolvía unas sonoras carcajadas. Llegado un momento debe ser que se le estaba cansando el brazo al pobre papa, porque ha tenido que poner al bebe en el carro, para disgusto del peque que ha dejado clara su disconformidad y protesta… hasta que su padre le ha conseguido calmar a base de caricias, besos y toda una serie de explicaciones que han debido convencer al mocoso porque el caso es que ha dejado de llorar.

En ese momento he vuelto a pensar en una idea que me ha rondado por la cabeza desde que nació mi hija: la suerte que hemos tenido también los hombre de nacer en esta época y no en otra, no tan lejana…

No me interpretéis mal, no es que los padre de antes no quisieran, ni jugaran, ni abrazaran, ni besaran a sus hijos… pero no creo que estuvieran tan involucrados en su crianza como la mayoría de los padres de ahora, los afortunados. El hombre tenía que trabajar y su salario era el que ponía el pan en la mesa, los niños y la casa eran un terreno reservado para la mujer y la abuela.

Sin embargo yo de mi hija estoy disfrutado en grande y salvo cortarle las uñas que eso es cosa de su madre creo que he hecho de todo: bañarla, darle de comer, peinarla, cambiarle los pañales, llevarla al médico, a la guardería, al parque, darle la medicina… y lo mejor de todo es que no soy ni mucho menos una excepción, allá donde voy me encuentro a un montón de padres como yo.

Cierto es que su madre controla muchísimo más: ella sabe cuanto hay que darle de Dalsil, cuando es la siguiente vacuna, si ese día ha tomado pescado en la guarde, si se le han quedado pequeños los pijamas o si le aprietan los zapatos… yo mientras tanto vivo feliz de la vida en mi utopía paternal, intentando enseñar a mi hija a que juegue a la PlayStation, con la tranquilidad que te da el saber que ella tiene en mente todas esas cosas. Yo no he leído ningún libro sobre bebes, ella los sigue devorando a decenas… en fin, somos distintos, ella siempre será una madraza, aunque piense que es un desastre… y a mi aun me queda mucho por mejorar.

 

 


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2 respuestas a «Un nuevo tipo de padres… por fin»

  1. Maria José Mesas

    Si, yo también creo que los padres de antes se han perdido muchas cosas y las madres de ahora también han perdido otras. Pero hay que repartir las cargas y obligaciones familiares y disfrutar también de las alegrías por igual.

  2. Gema Plaza Mesas

    Fernando, que artículo tan bonito. Lo que si está claro es que estás enamoradísimo de tu mujer. No todos los padres son así. Hay hombres que se van a poner los cuernos a su mujer mientras que ella apetanca con la casa y los niños.

    Lo de ser padres es una vocación.

    Lo que si sé es que tu eres el padre que siempre me imaginé que serías y que eres un ejemplo para tu hija. Estoy muy orgullosa de tenerte como hermano. Aunque a veces nos peleemos 🙂