Este año los Reyes Magos les trajeron a mi padres una balanza Aria y dos Fitbit One… y creo que han acertado de lleno con el regalo.
La idea se nos ocurrió leyendo los artículos de Enrique Dans sobre Fibit aunque era algo que ya había experimentado en mis propias carnes cuando a finales del 2011 me compré una pulsera Jawbone:
Por su parte la balanza Aria es algo así como el árbitro del juego, el momento de la verdad… ¿realmente estás haciendo los deberes? Y es que no se limita a pesarte sino que también calcula tu porcentaje de grasa corporal y tu IMC… una información que sincroniza en la nube y estudia a lo largo del tiempo mostrándote gráficas de progresiones.
Por si todo lo anterior fuera poco, añadíendome a mis padres como amigos en Fibit podemos compartir lo que andamos cada uno, así como nuestro peso y actividad diaria… y nos podemos enviar mensajes animándonos y tirándonos de las orejas.
En definitiva, mejorar la salud y el estado físico se convierte en algo social y divertido.
Por mi parte aunque estoy utilizando la nueva balanza de mis padres para controlar mi peso, todavía no tengo un Fitbit One… y creo que me voy a espera a que salga el Fitbit Force en España, aunque me parece un poco caro y la verdad es que eso de llevar pulseritas me resulta muy incómodo.