Un buen boxeador pelea relajado… frente a la contracción, la rigidez y el ímpetu de buscar el golpe fuerte de un púgil menos experimentado. La relajación es la que permite imprimir velocidad a los golpes y como el mítico entrenador Cus D’Amato solía repetir a `Iron´ Mike Tyson: `Speed kills!´
Fuerza es igual a masa por aceleración nos explicaban en clase de Física, por eso los oponentes se dividen en categorías de peso y sería un locura enfrentar a un peso pesado con un wélter. Pero y la aceleración… ¿cómo se consigue? con técnica. La correcta ejecución técnica de los golpes practicada durante años de entrenamiento es la que permite imprimirles esa velocidad letal. Más allá del talento natural, no hay grandes atajos en este camino.
Pero incluso el boxeador más disciplinado puede ver arruinado todo su esfuerzo si no consigue relajarse en el cuadrilátero y ahí es donde entra en juego la experiencia.
Últimamente pienso mucho en estas cosas, en como el miedo sin control nos termina paralizando. La preocupación por un futuro incierto no deja de ser una pesada cadena amarrada a nuestro cuello que no nos deja respirar, que nos impide movernos con la agilidad necesaria para esquivar o encajar los golpes de la vida.
Libérate del miedo y si eso no es posible aprende a gestionarlo para que juegue a tu favor. Es más sencillo decirlo que hacerlo, tal vez ayude poner las cosas en perspectiva y recordar que del combate de la vida todos salimos con los pies por delante… aunque algunos más magullados que otros.
Float Like a Butterfly, Sting Like a Bee
– Muhammad Ali