Suscribiéndome a EL MUNDO… e instalándome Adblock

Yo nunca en todos los años de profesión, nunca,  había vivido una situación tan complicada como ésta. Pedro (J.) decía en su carta de ayer, retrataba ese desplome de la publicidad… la publicidad ha caído en seis años a un tercio de lo que era y las ventas, nuestras ventas, han caído a la mitad o a más de la mitad.

Casimiro García-Abadillo – Director de EL MUNDO

En un discurso que no tiene desperdicio el nuevo Director de El Mundo explicaba como en los últimos años el accionista principal, el grupo italiano RCS Media Group, ha tenido que recapitalizar Unidad Editorial por 800 millones de euros

…y esa es la situación que ha permitido que Pedro J saliera de este periódico, porque si este periódico hubiera tenido beneficios, si nosotros estuviéramos en rentabilidad a Pedro J. no se lo hubieran cargado. Esa es la realidad, algo tan simple que a veces se nos olvida como que la base para la independencia, para la independencia de los medios de comunicación es que sean rentables.

Por esto y porque a mi mujer le cae muy bien Don Casimiro ayer nos decidimos a suscribirnos al El Mundo, para poner nuestro granito de arena y sumarnos a esta nueva era del periodismo digital.

Aunque después de suscribirnos con la opción Premium por sólo 9,99 €/mes y loguearnos en la web de El Mundo con nuestra flamante nueva cuenta de pago… sorpresa: resulta que seguimos viendo publicidad. Y no me refiero a los banners, a los cuales uno ya está acostumbrado y que para mi son ya prácticamente invisibles… no, estoy hablando de los molestos interstitials, el cáncer de Internet.

Me sentí defraudado, no creo que a un suscriptor de pago se le deba molestar de esa manera. Así que me instalé Adblock Plus en Internet Explorer, Firefox, Chrome y en el Safari de mi MacBook y ahora ya no veo ningún tipo de publicidad… en ninguna parte. Me resulta curioso que no lo hubiera hecho antes, aun habiendo leído sobre este tema con anterioridad, nunca me había molestado en invertir los cinco minutos que me llevo el proceso.

En esta imagen se puede ver la web de El Mundo antes y después:

Fue necesario que yo percibiera esta injusticia para encontrar la motivación para instalarme este plugin… y ahora ninguna web que visite me podrá mostrar su publicidad. Lo cual es bastante injusto, porque sólo El Mundo es el autor de la ofensa, pero supongo que al final la World Wide Web es un ecosistema único y todo está relacionado.


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