El nacimiento de mi hijo está a la vuelta de la esquina, hemos pasado de contar en meses, a contar en semanas y finalmente en días… pocos días. Con mi primera hija los últimos meses de embarazo los pasé jugando de manera compulsiva a Skyrim, en esta ocasión me ha dado por otra cosa…
… jugar en el iPad a Clash of Clans, por suerte después de dos ó tres meses intensos de juego me he conseguido desenganchar sólo para sumirme en otra nueva tarea: organizar y preservas todas nuestras fotos familiares, lo que ha despertado en mi toda una serie de reflexiones que probablemente valen lo que os voy a cobrar por ellas.
Viendo las fotos de nuestro noviazgo es evidente que las cosas han cambiado desde entonces y eso que apenas han pasado cuatro años. En nuestras primeras fotos éramos «dos», de la misma manera que antes habíamos sido «uno» cada uno por nuestra parte.
Mi mujer me miraba a mi y sólo a mi, porque elegía estar conmigo y solamente conmigo… no había nadie más. Y yo la fotografiaba a ella y a las cosas que ella hacía, dedicándole toda mi atención.
Eramos «dos»… entonces llegó nuestra hija y todo cambió. De repente nos convertimos en «tres» y todas nuestras miradas pasaron a centrarse en ella… viendo ahora nuestras fotos de antes entiendo lo mucho que hemos cambiado, pero vivimos el cambio tan intensamente, con tanta alegría y naturalidad que ni me di cuenta.
La intensidad de la experiencia que vivimos fue un analgésico y cuando ya empezábamos a despertar de sus efectos llega el segundo hijo y donde fuimos «tres» seremos «cuatro».
Espero que esta vez la anestesia nos embriague a todos, incluyendo a mi hijita de dos años y medio… que el bebé sea un regalo para nosotros y un juguete delicado para ella, que no lo pase mal.
Así que estos días de tranquilidad que nos quedan vamos a disfrutar al máximo de los últimos coletazos de ser «tres», porque pronto ya no lo volveremos a ser nunca más… supongo que algún día mi pequeña verá las 1.400 fotos que le hice en el 2012, las 1.749 que le hice en el 2013 y las 1.711 que le hemos hecho en lo que llevamos de 2014 y se dará cuenta de que algo muy especial nos pasó durante esos años…
… y los siguientes.
Comentarios
2 respuestas a «Nunca más seremos tres»
No sé que decirte Fernando, yo no puedo ver las fotos de mucho antes porque me deprimo, pero aún eres joven para que te pase esto. Y es mucho mejor ser cuatro que tres, sobre todo para Rebeca, que descansará un poco de ser el centro de atención.
Espero que yo nunca me deprima viendo fotos de mi peque… significaría que se han torcido mucho las cosas