Lo de correr descalzo no es ni mucho menos nuevo, pero como yo me enteré prácticamente ayer pues os lo cuento ahora. El regreso del hombre a la naturaleza ataca de nuevo…
Fue un tweet de Javier Martín hace ya bastante meses el que me picó la curiosidad quedándoseme anotado en alguna parte de la cabeza… luego hace unos meses vi corriendo descalzo a un señor mayor en la pista de atletismo y finalmente este verano aprovechando que ya no peso tanto me lancé a ello.
Correr descalzo es divertido, sobre todo si lo haces en la playa, en una pista de `tartán´o en algún otro sitio donde tengas la certeza de que no te puedes cortar con nada. Lo primero que uno nota es que la forma en la habitualmente corremos no sirve para correr descalzo… notas como tu talón martillea el asfalto y es desagradable… así que instintivamente comienzas a repartir tu peso de otra manera al aterrizar en el suelo. Los gemelos deben trabajar más o al menos se te cargan como si lo hicieran, pasado el tiempo si te lo tomas con calma todo va volviendo a la normalidad.
Existen numerosas webs en las que os podéis informar sobre los al parecer probados beneficios de correr descalzo, a destacar 5dedos y correrdescalzos… yo sinceramente me quedo con que es divertido, no pienso convertirme ni en un fanático de la causa ni en un evangelista rescatador, tenía ganas de probarlo y ya está…. y de momento no me he lesionado como me advertían algunos buenos amigos (y opina mucha gente que seguro que sabe mucho más del tema que yo).
Pasada la locura veraniega, cuando volví a Madrid estaba claro que lo de correr descalzo todo el tiempo iba a ser imposible… así que me puse mis estupendas Mizuno regalo de mi mujer en Deporr con la intención de descalzarme cuando llegara a la pista de Ciudad Lineal… pero era como si me hubieran atado una biblía a cada pie, llegar a la pista y poder descalzarme fue una liberación (tanto que corrí con demasiada intensidad y me queme un poco la planta de los pies).
Me temo que ya no hay marcha atrás: no volveré a correr en zapatillas convencionales.
Ese mismo sábado fui a 5dedos y me compré unas Vibram Five Fingers, las menos cantosas que encontré… En la tienda, cerca del Metro de La Latina, me insistieron en que no me comprará el 44 y que optará por un 43 algo más justo… nada más llegar a casa pensé que fue un error haberles hecho caso, que no habían tenido en cuenta mi pie griego, pero después de unas semanas de uso creo que su recomendación fue muy acertada.
Dicen que las Vibram son lo más parecido a correr descalzo: nada de amortiguación, cero drop, suela muy fina, transpirables, respetando la forma de los dedos de los pies… yo personalmente si me siguen dando a elegir prefiero correr descalzo, pero la idea era tener una zapatilla práctica con la que poder correr por ciudad sin preocupaciones de cortes, abrasiones y demás.
Ahora mismo ya sólo estoy corriendo como ejercicio complementario, un día a la semana y poca distancia (5 ó 6 km). En lugar de trote cochinero hago algo que llaman: cardio estratégico, no sé si será bueno o malo, pero es divertido… y eso es lo que ahora busco en el deporte, hacer cosas que me apetezca volver a repetir y que me ayuden a vencer la pereza.
No sé cuanto me durará esta perra.
Comentarios
2 respuestas a «Un verano corriendo descalzo»
Hola Fernando, espero que mi inspiración no te provoque ninguna lesión 😉
Para mi la experiencia de correr descalzo o minimalista ha sido fantástica. Aunque solo corro descalzo en la playa, el resto de mis entrenamientos y carreras lo hago con el calzado mas minimalista posible. Aún no he probado las 5fingers porque lo de los dedos no me gusta, pero si que corro con cosas similares como las vapor globe de merrell, que sin duda te recomiendo probar.
He oído hablar de las Merrell muy bien, aunque con la inversión que he hecho ya en las 5fingers me toca machacarlas una buena temporada antes de probar otra cosa.
Gracias por el RT en Twitter Javier!