No hay que ser muy observador para comprobar que tengo el blog bastante abandonado, pese a que tengo muchos temas que me rondan la cabeza y me gustaría compartir contigo. Sin embargo es evidente que de aquí a unos meses… algo falla.
Entre pitos y flautas llevo escribiendo en Internet desde hace más de 15 años y creo que es normal que esté un poco cansado de todo esto. No puedo decir que escribir para mi haya dejado de ser un reto porque podría sonarte pretencioso y sin duda sería un insulto para los cientos de miles de personas que escriben mejor de lo que yo nunca lo haré.
Pero digamos que ha dejado de ser algo excitante.
¿Si hoy volviera a tener 20 años, con la mismas ganas de crear y compartir que tenía en esa edad (y sigo teniendo)… qué vehículo utilizaría para expresar mi creatividad? ¿dibujaría un cómic? ¿compondría canciones? ¿grabaría podcasts? ¿tal vez un blog? ¿una newsletter?
Todos son caminos que he recorrido ya, con mayor o menor acierto: en el colegio dibujaba cómics, algún que otro amor se llevó una partitura compuesta por mi debajo del brazo, y publicaba podcasts cuando nadie sabía lo que eran… ¿un blog? No, es el momento de poner un gran signo de «check» en ese apartado y cerrar este capítulo.
Según lo voy escribiendo todo va cobrando más sentido (escribir por aquí siempre fue como tener una charla agradable con un buen amigo).
Pero dejar de escribir no va a solucionar todos mis problemas, porque yo sigo teniendo ese gusanillo creativo: necesito hacer cosas, expresarme, salir de mi, compartir… y si no es a través del blog ¿cómo?
Confieso que estaría genial poder anunciar en este momento a bombo y platillo que a partir de ahora me voy a expresar y manifestar en el Universo a través de la exploración de sexo en todas sus dimensiones. Pero a quién voy a engañar, soy un hombre felizmente casado… y la verdad es que si en cuarenta años no me he comido ni una rosca, no creo que eso vaya a cambiar ahora por mucho que el otro día me comprase dos abrigos de Abercrombie en el Black Friday.
No obstante, ahí queda esa propuesta por si mi mujer se pone creativa… y mientras que espero sentado, propongo acometer un Plan B alternativo algo más realista… agárrate lector que vienen baches:
La exploración del lenguaje audiovisual…
Publicar fotogramas en lugar de palabras…
¡Coño, hacerme YouTuber!… ¡Qué hay que explicártelo todo!
Pero no te asustes porque puedo prometer y prometo que no voy a ser de esos que van haciendo `unboxings´ de gadgets, ni de los que se levantan por las mañanas y te dan la charleta aun con la legaña mientras se fríen un par de huevos, ni me grabaré jugando videojuegos, ni sacaré a mis hijos…
Tranquilo, yo voy a ser especial.
I think my mask of sanity is about to slip
– American Psycho
Y es en este momento querido lector cuando pasas a entender en toda su magnitud el concepto de delusión (Idea falsa fija, que presenta resistencia a ser modificada aunque datos objetivos la contraríen).
Es el sino trágico de las personas creativas, que se obstinan en considerarse especiales en un mundo superpoblado, hiperabundante y saturado de todo menos de buen gusto.
No es realista considerarse especial,
creer que puedes aportar algo,
desear aportar algo.
Lo razonable en este momento sería dejarme de sueños y fantasías, suscribirme al recién lanzado HBO GO Spain y ahogar todas mis inquietudes consumiendo cientos de horas de maravillosas series de televisión (que alguien creativo engendró, por cierto), noche tras noche, hasta la tumba o el desprendimiento de retina.
Eso es lo que tiene sentido, lo otro es tontería.
Lo sé.
Pero entonces no sería yo… al igual que si tú fueras yo, dejarías de ser tú.
Así que después de esta entrada, en unos días, meses, años… vendrá un video o ya no vendrá nada. A Dios pongo por testigo.
Comentarios
4 respuestas a «2016, el año en que dejé de ser blogger»
Bueno, pues estaremos a la espera. La historia sigue supongo…. porque eso de quedarse viendo las series, para una rato está bien pero también es aburrido.
Si, ahora tengo que aprender a hacer videos 😉
Hola Fernando, te leo desde hace un par de años, desde Guatemala. Escribo un blog desde hace casi 13 años y tengo tu misma edad.
Es cierto, nadie es muy especial o extraordinario, pero siempre es único.
Yo no blogueo de manera clásica, es decir no hablo de mis opiniones ni cuento lo que hago ni de qué vivo ni de mis proyectos. Escribo relatos breves.
Te tengo en mis feeds porque me parece que sos un tipo sincero y de ego sano (en Guatemala tratamos de vos a los amigos, como en Argentina). Al leerte puedo entender mejor algunas cosas que suceden en España.
Sigo conservando las ganas de escribir del principio, aunque hubo un par de años en los que escribí sólo 5 o 6 posts.
Ojalá sigás escribiendo.
Muchas gracias José Joaquín por tu amable comentario. Seguro que seguiré escribiendo pero también me gusta probar cosas nuevas.